Una excusa...

Esa excusa, en este caso para empezar a escribir después de más de un mes, puede ser por ejemplo la media maratón de Santa Pola que este fin de semana nos hemos metido en el cuerpo, que me están recordando mis piernas cada vez que se mueven. Este año más gente que nunca, unas 8.000 personas, uno de sus días más fríos y con la particularidad para Campillo y para mi, de encontrarnos corriendo en el momento de la salida en sentido contrario a la misma, a última hora por culpa de las colas del guardarropa, con todo el mundo de frente y nosotros unos metros luchando para llegar a la alfombra e intentar pasar el chip (Campillo más que venía más retrasado). A parte de esto, de no sujetarme las zapatillas y no haber podido calentar, la media ha ido muy bien (para lo que llevaba en las piernas de entrenamiento), buenas sensaciones, encontrándome o mejor dicho adelantándome muchos conocidos y llegando a meta en 1h23' pero muscularmente bastante perjudicado, que malos son los comienzos de temporada...

Muy favorecido no es que salga pero ahí queda.

Desde la última entrada hasta esta, no nos hemos aburrido mucho, pero eso ya lo pondré más adelante en otra entrada porque Santa Pola siempre merece una entrada aparte, no por la media en sí, sino por el fin de semana con Mabel, Ana, Paqui, Jose y Dieguico, poder ver a la gente de nuevo que casi solo ves en la competición como a Stani, Xarly, Oscar, La Torre, Moi, Penalva, Simón, Toral, Eli (animando)... y el kilo de sal que te dan cuando llegas a meta que te dura justo un año.